Tablero Mundial sobre la Equidad en materia de Vacunas
Publicado el 18 de abril de 2021
Visión general
El Tablero Mundial sobre la Equidad en materia de Vacunas (Global Dashboard for Vaccine Equity su nombre en inglés) combina los últimos datos sobre la distribución de vacunas contra el COVID-19 y la información socioeconómica más reciente para ilustrar la importancia de acelerar la equidad en materia de las vacunas para salvar vidas y una recuperación más rápida y justa después de la pandemia para el beneficio de la población en general.
El tablero ofrece nuevas perspectivas y posibilidades de actuación para darle a los responsables políticos una mirada profunda de las implicaciones de la inequidad de las vacunas para la recuperación socioeconómica, el empleo y el bienestar. Se puede generar análisis y hacer comparaciones a nivel de país, región y mundial y se puede organizar por grupo de ingresos.
El Tablero es una iniciativa conjunta del PNUD, OMS y la Universidad de Oxford con la cooperación de todo el sistema de la ONU, anclado en el Plan de acción mundial del ODS 3 para una vida sana y bienestar para todos.
¿Qué es la equidad en materia de vacunas?
En materia de vacunas, la equidad significa que hay que asignar las vacunas en todos los países según las necesidades y sin importar la situación económica. El acceso a las vacunas y su asignación debe partir de principios basados en el derecho de todo ser humano a disfrutar del más alto nivel posible de salud, sin distinción de raza, religión, convicciones políticas, situación económica o cualquier otra condición social.
A nivel mundial, los desafíos políticos, económicos, sociales, diplomáticos y sanitarios condicionan la distribución de las vacunas. Por tanto, es crítica la precisión y actualización de datos e información para que la comunidad internacional pueda comprender la equidad en materia de las vacunas y visibilizar los puntos ciegos para alcanzar la equidad en la distribución de vacunas hasta su último tramo.
¿Qué tan accesibles son las vacunas en el mundo?
De cara a la lenta y tardía distribución de las vacunas, los países de renta media y baja han quedado vulnerables ante las nuevas variantes y los rebrotes del COVID-19 y su recuperación de la crisis es más lenta. En los países de renta alta la vacunación empezó en promedio dos meses antes que en los países de renta baja y sorprende ver que es tan poca la cobertura de la vacunación en países de renta baja.
La línea roja al final del gráfico es una imagen desoladora de la brecha entre países ricos y pobres.
¿El precio de las vacunas está al alcance de todos los países?
Los datos del Proyecto MI4A sobre las compras de vacunas para el COVID-19 indican que el costo promedio de una dosis de vacuna contra el COVID-19 oscila entre US$ 2 – US$ 40. El costo de la distribución se calcula en US$ 3.70 con dos dosis de vacuna por persona, después de descontar vacunas desperdiciadas.
Esto representa una carga financiera significativa para los países de renta baja, donde ascienden a US$ 41 los gastos en salud medio anual por habitante (Global Health Expenditure Database). Aunque los programas de vacunación son causa del aumento de los costos sanitarios de todos los países, esto es más grave en los países de renta baja que tendrían que cargar con un incremento alarmante del 30 al 60 % de sus gastos sanitarios para poder vacunar al 70 % de su población con los costos actuales y en el transcurso de un año. Los países de renta alta tienen previsto un incremento de sólo el 0.8 % para alcanzar la misma tasa de vacunación en un año.
COVAX ofrece un mecanismo mundial para compartir el riesgo para hacer las compras de manera conjunta y asegurar una distribución equitativa de vacunas contra el COVID-19 para poder vacunar al 20 % de la población de los países. En vista de que se requiere una mayor cobertura para detener la transmisión del COVID-19, a menos que COVAX pueda apuntalar a los países de renta baja más allá de una taza de vacunación del 20 %, la carga financiera de vacunar el 50 % restante de la población recaerá en los países más vulnerables. Además, ya se están administrando dosis de refuerzo en algunos países, lo que indica que las vacunas contra el COVID-19 podrían convertirse en un gasto recurrente para los países.
