Impacto del COVID-19 en aumentar la ambición de los compromisos climáticos nacionales
Publicado el 02 de octubre de 2020
La pandemia de COVID-19 ha trastornado la normalidad en todo el mundo, por lo que los gobiernos y las comunidades se enfrentan a nuevos e intensos retos en materia de salud, economía y gobernanza. A la vez, no da tregua la crisis climática. Los gobiernos están desarrollando compromisos nacionales, llamadas Contribuciones Determinadas a nivel Nacional o NDC (siglas en inglés), en el contexto del Acuerdo de París. Estos compromisos ahora adquieren un nuevo significado en el contexto del COVID-19, ya que pueden servir de planes para una recuperación verde y acción por el clima ambiciosa.
La Promesa Climática[1] del PNUD, la mayor iniciativa mundial que apoya a los países para que incrementen sus NDC, está ayudando a que los responsables de políticas se adapten a esta nueva realidad. De acuerdo con los datos recibidos de 115 países que tienen apoyo de la iniciativa en la actualidad, la mayoría de los países todavía tienen intención de incrementar la ambición climática a pesar de los impactos del COVID-19. Un 70 % de los países indican que van a incrementar la ambición de mitigación en comparación con sólo un 50 % al inicio de la crisis por el COVID-19. La ambición de adaptación también se incrementa del 92 % al 97 %. Esta tendencia es alentadora. Sin embargo, los países todavía tienen problemas con los tiempos para presentar sus NDC. En vista de que sigue la crisis por el COVID-19, hay más países que retrasan sus presentaciones hasta el 2021. No obstante, la demora no significa que los países avancen más despacio. Algunos están tomando la oportunidad para hacer ajustes, aprovechando la Promesa Climática y el proceso las NDC para ayudar a diseñar y desplegar esfuerzos de recuperación verde. En el tablero que se presenta a continuación se puede ver la situación actual de la ambición de los países y sus calendarios de presentación (Última actualización: Noviembre de 2020).
Higher Emitters comprise of top 30 countries with share of GHG emissions higher than 0.5% of the global total. Data generated from UNDP’s analysis based on countries’ planned NDC enhancement activities and engagement in the Climate Promise. Country names are not specified as submission details are not publicly available.
Los impactos temporales en las emisiones de GEI
El mundo ha presenciado la reducción de las emisiones de CO2 a nivel mundial por primera vez desde la última crisis financiera que tomó lugar en el 2008, como resultado de la respuesta mundial a la pandemia del COVID-19. Un estudio publicado en la revista científica Nature en mayo del 2020 prevé que la reducción anual en el 2020 puede ser del 4 % al 7 % dependiendo del nivel y la duración de las restricciones y políticas relacionadas con el COVID-19 que se impusieron en los países de todo el mundo. Sin embargo, hace hincapié en el hecho de que la reducción es temporal, como en la crisis económica del 2008. Las implicaciones a medio y largo plazo para la reducción de CO2 se determinarán con base en la manera que se implementen las políticas y los planes de recuperación post pandemia.
Sin embargo, un estudio reciente indica que el efecto directo de las reducciones de emisiones y contaminantes como resultado de la respuesta mundial al COVID-19, serán insignificantes si siguen las políticas actuales. No obstante, según las proyecciones del estudio, si la recuperación económica abandona las inversiones en combustible fósiles a cambio de apoyar el estímulo verde, esto sería una contribución positiva hacia la limitación del calentamiento de la temperatura mundial – en consonancia con las metas del Acuerdo de París.
Oportunidades para abordar la doble crisis: Se debe mantener la Ambición Climática como prioridad en la crisis por el COVID-19
Los países empiezan a reconocer la oportunidad de aprovechar el proceso de NDC como portal y guía para una respuesta al COVID-19 y recuperación posterior más verde y sostenible. Las NDC, alineadas con planes como las Estrategias de Largo Plazo (LTS siglas en inglés) y el Plan Nacional de Adaptación (NAP siglas en inglés), ya describen las maneras de estimular el crecimiento económico y la generación de empleos con la transición a rutas verdes y resilientes. Los países pueden aprovechar la gran cantidad de información, análisis y metas para trazar el camino hacia adelante.
Con el apoyo del PNUD por medio de la Promesa Climática, se observan más y más países que promueven acercar más los vínculos entre la recuperación económica y la ambición climática. Unos 50 países reportan maneras concretas para vincular el apoyo de la Promesa Climática con los esfuerzos de respuesta ante el COVID-19 y la recuperación posterior.
Los países están en proceso de ajustar e integrar las medidas y estrategias de las NDC con los planes de recuperación de COVID-19. Por ejemplo, Nigeria ha incorporado las recomendaciones basadas en las NDC al borrador de su plan COVID-19 para el Sector Medioambiente y Costa Rica está integrando los modelos económicos del COVID-19 a su Plan Nacional de Descarbonización. Muchos están generando datos y evidencia sobre los vínculos entre las NDC y la recuperación verde, por ejemplo, realizan análisis sobre el impacto del COVID-19 en la implementación de las NDC (Ghana, Indonesia) y el impacto que tienen las medidas de las NDC en la recuperación del COVID-19 (Malasia, Filipinas, Túnez). En Turquía, las actividades relacionadas con la Promesa Climática están vinculadas directamente a la Evaluación del impacto socioeconómico (SEIA siglas en inglés) que lleva a cabo el equipo de país de la ONU. En Tailandia, el gobierno avanza con un análisis económico de la acción por el clima que servirá de insumo para la preparación de opciones de incentivos fiscales para la acción por el clima y también podrían impulsar la recuperación económica (p. ej., fondo de carbono, impuesto sobre el carbono). Este esfuerzo a fin de comprender tanto el impacto del COVID-19 como el impacto en el COVID-19, indica que la relación entre el cambio climático y COVID-19 es a largo plazo. Algunos países hacen más y más uso de las NDC para defender la acción por el clima ambiciosa – incluso con un enfoque en los empleos. Por ejemplo, en Zimbabue y Nigeria, el PNUD y la OIT realizan evaluaciones conjuntas de empleos verdes para medir el impacto que tienen las principales medidas climáticas en el PIB, el empleo, las competencias, la distribución de ingresos y la desigualdad así como la desigualdad de género y ayudan a sentar las bases para una transición justa.
A medida que sigue su curso la crisis de COVID-19 y los países sopesan las diversas consideraciones que plantea la recuperación, cobra aún más importancia aprovechar los procesos de la Promesa del Clima y las NDC. En consonancia con el marco de la Respuesta Integral de las Naciones Unidas frente al COVID-19 y el pilar del PNUD de Economía Verde de COVID-19 2.0, el PNUD ha lanzado una nota de orientación titulada "Construcción de la Economía del Mañana: Uso de las NDC para orientar la Recuperación Verde", con cinco puntos de entrada para aprovechar mejor las NDC para la recuperación verde:
- Alinear e integrar las medidas y estrategias de las NDC con los planes de recuperación post-COVID-19,
- Alinear la financiación climática y de las NDC con la financiación de la recuperación,
- Reforzar las capacidades y la coordinación entre los Ministerios de Finanzas y Medio Ambiente,
- Mejorar los procesos inclusivos y con perspectiva de género en las NDC y la recuperación, y
- Crear capacidad nacional y facilitar la colaboración Sur-Sur.
[1] En septiembre de 2019, UNDP lanzó la Promesa Climática con el objetivo de apoyar a más de 100 países para que reforzaran sus NDC de aquí al 2020. En la actualidad hay 115 países que reciben apoyo de la Promesa Climática, la mayor oferta mundial de ayuda para que los países avancen hacia su ambición climática.
Por cualquier pregunta, por favor comuníquese con ndcsupport@undp.org